La vacunación contra el COVID-19 avanza a un ritmo acelerado en el mundo. Cada día más personas en México, han recibido por lo menos la primera dosis de la vacuna. Y es posible que ahora puedan tener dudas sobre los pasos que siguen para obtener inmunidad a la enfermedad.
En México la mayoría de las vacunas aplicadas son de dos dosis, y la respuesta inmunitaria se activa en un aproximado de dos semanas después de recibir la primera dosis.
Katherine O’Brien, una epidemióloga especialista, aclara que aún se desconoce el que tan larga será la inmunidad proporcionada por las vacunas que se tienen a la mano actualmente, pero que la OMS realiza seguimientos de las personas que han recibido la vacuna para conocer si la respuesta inmune es duradera y el lapso en que esta protege de la enfermedad.
Hasta el momento el personal especialista en el sector salud, sabe que la vacuna protege de enfermarse de Covid-19, pero no se sabe con certeza si también protege de infectarse con el virus SARS-CoV-2, Entonces ¿Cuales son los beneficios reales?, “Vacunarse significa reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad y sus consecuencias, esta inmunidad te ayuda a pelear contra el virus si estás expuesto”, indica la OMS.
Mientras los estudios sobre los efectos a largo plazo de la vacuna siguen siendo estudiados, la OMS recomienda continuar con las medidas para prevenir el contagio de la enfermedad. El tiempo que continuemos con estas medidas depende realmente de lo que las comunidades y países hagan para detener los contagios, y de esa manera , las vacunas hagan un mejor trabajo en la prevención de la enfermedad.
Las medidas de prevención recomendadas por la OMS, son evitar las 3 ”C”:
- Espacios Cerrados: Las reuniones al aire libre son más seguras que en interiores, en particular si los espacios interiores son pequeños y carecen de circulación de aire exterior.
- Espacios Congestionados: Evite lugares abarrotados o interiores.
- Contacto Cercano: Los riesgos de contagio con el virus de la COVID-19 son más altos en espacios abarrotados e insuficientemente ventilados en los que las personas infectadas pasan mucho tiempo juntas y muy cerca unas de otras.
Y no olvidar las normas básicas de la buena higiene:
Lávese periódica y cuidadosamente las manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón. Esto elimina los gérmenes que pudieran estar en sus manos, incluidos los virus.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca. Las manos tocan muchas superficies en las que podrían coger el virus. Una vez contaminadas, pueden transportar el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí el virus puede entrar en el organismo e infectarlo.
Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo. Luego, tire inmediatamente el pañuelo en una papelera con tapa y lávese las manos. Con la observancia de buenas prácticas de ‘higiene respiratoria’ usted protege a las personas de su entorno contra los virus causantes de resfriados, gripe y COVID-19.
Limpie y desinfecte frecuentemente las superficies, en particular las que se tocan con regularidad, por ejemplo, picaportes, grifos y pantallas de teléfonos.
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